“Para
las elecciones del año 2022 pretendemos contar con la más completa visión de
país que jamás se haya construido en la época republicana para alejar el
populismo del poder mediante alternativas serias, posibles y loables”.
Así explicó el
abogado Rodrigo Pombo Cajiao en qué consiste la Visión Colombia 2022,
subrayando que “es una iniciativa no electoral”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es Visión Colombia 2022?
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es Visión Colombia 2022?
RODRIGO POMBO CAJIAO: Es una
iniciativa no electoral. Es un proyecto que aglutina a distintas personas y
centros de pensamiento con el propósito de construir y proponerle a la Nación
una visión de país a 200 años, vista, concreta y coherente, que permita
articular, armonizar e informar las políticas públicas estructurales que
necesita Colombia para lograr el desarrollo. De esa manera proponemos
alternativas y opciones pragmáticas que le puedan hacer exitoso frente a las
tesis populistas, siempre tan vagas, oportunistas, coyunturales, mediocres y
superficiales. Para las elecciones del año 2022 pretendemos contar con la más
completa visión de país que jamás se haya construido en la época republicana
para alejar el populismo del poder mediante
alternativas serias, posibles y loables.
ENS: Si es un proyecto político no
electoral, pero proyecto, al fin y al cabo, ¿qué profesan?
RPC: Defensa irrestricta del
sistema democrático de gobierno, de los valores republicanos, del Estado de
Derecho, de las libertades personales, así como del sector productivo y la
iniciativa privada dentro de una economía de mercado, tan vituperados por estos
días. Con esas herramientas le declaramos la guerra a la pobreza, a la
inequidad, a la criminalidad y a quienes ven en la naturaleza tierra fértil
para la destrucción.
ENS: Dice usted que son muchas
personas, centros de pensamiento, etc. ¿Quiénes hacen parte del proyecto?, ¿por
qué no crear un tanque de pensamiento para ese propósito?
RPC: Porque creemos en la fuerza
de la empatía, transformada en trabajo en equipo eficaz y complementario. Esa
es la humildad que tanto necesitan este tipo de iniciativas. No creemos en el
mito fundacional según el cual “si no lo invento yo y no es una iniciativa mía,
no funciona”, concepción tan propia del individualismo egoísta y elemental. Por
eso el proyecto aglutina a la Corporación Pensamiento Siglo XXI, a las
fundaciones Nueva Democracia y Derecho Justo, a los centros de pensamiento
Libertank de Medellín y Juan de Lugo de Cali y trabajamos de la mano con Atlas
Network de Estados Unidos y el Instituto de Ciencia Política y el conglomerado,
Mejor No.
ENS: Pero, ¿no cree usted que esa
iniciativa caerá en una publicación más de las tantas que se han hecho en
Colombia y que hacen diagnósticos y propuestas de la mano de las plumas más
autorizadas?
RPC: El valor agregado y
distintivo de este proyecto es su grado de concreción. Tomamos infinidad de
estudios y diagnósticos de un vastísimo conocimiento colectivo nacional, lo ponemos
en blanco y negro y construimos una visión de país reflejada en una
Constitución Política soñada que, como ejercicio académico, permita aterrizar
iniciativas claras que no embauquen a la gente.
ENS: ¿Una Constitución Política
soñada? Es decir, no es un libro más de galería sino todo un diseño
institucional del país. ¿Cómo es eso?
RPC: ¡Exactamente! Estamos
convencidos que no hay buenos programas de gobierno allí donde no hay una
visión de país clara, medible, explicable y cotejable. Y la mejor manera de
recoger tal visión es mediante la exhibición de un texto hipotético, conceptual
pero pragmático, que permita estudiar en detalle en qué consisten y de qué se
tratan tales propuestas. Todo lo demás, en cierta medida, es carreta. Terminan
siendo propuestas coyunturales que suelen tener un tufillo de oportunismo, las
más de las veces impulsadas por intereses electorales, partidistas, económicos
y hasta criminales.
ENS: ¿Y ya tienen la propuesta?
¿La gente la puede consultar, discutir y criticar?
RPC: ¡Pero claro! Es corta y
precisa, consta de 320 artículos, recoge y refuerza abiertamente y sin
eufemismos, el espíritu de la Constitución de 1991 y contiene novedosísimas
tesis en todas las materias. Llevamos presentándola y poniéndola a prueba desde
el 18 de enero de 2018 para que académicos, políticos, empresarios,
sindicalistas, exmiembros de la Fuerza Pública, jóvenes universitarios, centros
de pensamiento etc… la comenten, la complementen, la critiquen. Total,
construimos un diálogo permanente, no en abstracto, sino que gire en función de
una visión de país lejana a las entelequias y a los puntos comunes sin mayor
sentido y contenido. Acá debatimos concretamente la visión y el libreto de cómo
hacerlo. Todos dicen querer salir de la pobreza, romper la inequidad
comunitaria, acabar con la injusticia, profundizar la descentralización,
apiadarse de los millones de inmigrantes, respetar el equilibrio ecológico,
pero son casi inexistentes las propuestas que acuden al cómo, esto es, a la
manera concreta y específica para conseguirlo. A eso nos dedicamos nosotros. De
hecho, todas nuestras publicaciones, nuestros escritos, nuestras conferencias y
simposios, nuestros proyectos de ley, nuestras intervenciones judiciales,
absolutamente todo lo que hacemos, cualquier persona lo puede consultar
libremente en “www.visioncolombia2022.com”
ENS: ¿Qué cosas novedosas que
recoja la visión de país puede resumirnos en esta entrevista?
RPC: 1. Creer en un sistema
moderno de la economía de mercado donde los empleados hagan parte activa del
sector productivo a través, por ejemplo, de participar en las juntas directivas
de las empresas bajo el principio de que el empleado y el empleador no son
enemigos sino personas con los mismos intereses. Un ecosistema productivo en
donde la formalización laboral sea la meta y se alimente del uso de las nuevas
tecnologías entendidas como un servicio público esencial.
2. Nos la
jugamos por acentuar la descentralización permitiéndoles a las entidades
territoriales imponer sus propios tributos.
3. Adoptamos
toda una teoría de la capitalidad rotando la capital de la República
periódicamente.
4. Reformamos
la justicia casi en su integridad dándole paso al concepto de justicia
comunitaria para romper la morosidad e ilegitimidad de la administración de
justicia.
5. Rompemos
paradigmas ancestrales como el del castellano como idioma oficial para darle
cabida a otras lenguas como las indígenas, palenqueras o el inglés.
En fin, son
tantas y tan variadas las iniciativas que nos quedaríamos acá toda la tarde
comentándolas. Tomado del Periódico El Nuevo Siglo
