"No se puede ser
conservador “de tarjetón”. El talante conservador no es una camiseta o un logotipo para uso en tiempos
electorales. El talante conservador es una forma de servir a la Nación,
promoviendo y practicando una visión de país en la que el orden hace posible la
libertad, y el ejercicio pleno y responsable de la libertad hace legítimo el
orden. Una visión en la que la libertad y el orden allanan el camino para que
la sociedad madure y se desarrolle en beneficio de todos."
No puedo empezar sin expresarles,
en nombre del Partido Conservador y de su Directorio y de sus líderes, de todos
los conservadores colombianos y de quienes simpatizan con las ideas
conservadoras más allá de su afiliación partidista, y en mi propia condición de
Presidente del Partido, mi más sincera felicitación por los resultados
obtenidos por ustedes, en sus municipios y departamentos, en la jornada
electoral del pasado 27 de octubre.
Ustedes, y las administraciones
que van a presidir desde el próximo 1 de enero, son la expresión de la
vitalidad del Partido, y deben ser también la expresión de nuestro compromiso
histórico, de 170 años, con el perfeccionamiento y la consolidación de las
instituciones, la promoción del crecimiento y el desarrollo económico, y la
generación de condiciones para que el progreso resultante del gobierno
efectivo, la iniciativa creativa de los individuos y los emprendedores, y el
ejercicio responsable de la ciudadanía beneficie a un número cada vez más mayor
de colombianos.
Las circunstancias en las que les corresponde asumir el gobierno de
sus departamentos y municipios son más que dicientes. Estamos celebrando el
bicentenario de la existencia de Colombia como nación. Estamos conmemorando los
170 años de la fundación del Partido Conservador. Y estamos atravesando un
momento crucial en la historia del país, en el que el Partido, y ustedes como
figuras representativas, deben tomarse más en serio que nunca el mandato que
les ha sido otorgado, las expectativas, las demandas y las preocupaciones de
los ciudadanos. Tenemos la responsabilidad de recuperar, con ellos y para
ellos, la confianza en las instituciones democráticas y republicanas, así como
el orgullo común y compartido por los innegables avances que hemos logrado como
nación en el terreno político, económico y social —incluso en medio de grandes
dificultades y teniendo que enfrentar para ello enormes desafíos. Tenemos la
responsabilidad de emprender, con ellos y para ellos, el esfuerzo requerido
para preservar esos logros, para hacerlos sostenibles en el tiempo, y para
hacer partícipes de ellos a las nuevas y futuras generaciones.
Quiero invitarlos a ejercer sus funciones con arreglo al talante
conservador. Es decir, de conformidad con una cierta idea sobre la forma en que
deben funcionar las instituciones, una cierta idea sobre la forma en que debe
ejercerse el poder y desarrollarse la actividad política. No se puede ser
conservador “de tarjetón”. El talante conservador no es una camiseta o un
logotipo para uso en tiempos electorales. El talante conservador es una forma
de servir a la Nación, promoviendo y practicando una visión de país en la que
el orden hace posible la libertad, y el ejercicio pleno y responsable de la
libertad hace legítimo el orden. Una visión en la que la libertad y el orden
allanan el camino para que la sociedad madure y se desarrolle en beneficio de
todos.
Señores y señoras:
Desde su posición de gobernadores y alcaldes tienen el deber de
responder las preguntas más acuciantes de los ciudadanos.
Me referí a ellas durante la conmemoración de los 170 años del
Partido. Permítanme compartirlas ahora con ustedes, con la esperanza de que
sirvan de inspiración para la labor que desde el próximo año van a desempeñar:
¿Qué tiene que decir el Partido Conservador sobre la necesaria defensa
y el perfeccionamiento de nuestro orden constitucional, sobre la importancia de
un ordenamiento jurídico claro y estable que provea certidumbre para que las
personas ejerzan armónicamente sus derechos, disfruten sus libertades, y
cumplan sus deberes, sobre su compromiso con un gobierno efectivo,
transparente, prudente y responsable? ¿Qué tiene que decir el Partido
Conservador sobre el respeto a la ley, sobre la teoría y la práctica de las
virtudes cívicas y los valores republicanos y democráticos, sobre la
participación ciudadana, frente a la tiranía de la corrupción, los privilegios
estamentales, la expropiación del interés público por parte de intereses
particulares de toda índole?
¿Qué tiene que decir el Partido Conservador sobre la erosión del
espacio cívico común en el que es posible la convivencia pluralista, y cuya
preservación es fundamental para preservar a la República de la fragmentación y
de la demagogia, del populismo de cualquier calaña —que es la nueva forma del
despotismo que siempre ha rechazado?
¿Qué tiene que decir el Partido Conservador hoy sobre las
posibilidades que ofrece el país para que el aprovechamiento de todos los
recursos, naturales, materiales y humanos, de los que dispone, conduzca a la
generación responsable de nueva riqueza?
¿Qué tiene que decir el Partido Conservador sobre la seguridad
jurídica y la seguridad física, frente al abuso o la arbitrariedad de cualquier
género, provenga de donde provenga, ya sea de la criminalidad o de quienes
ejercen funciones públicas sólo para satisfacer sus propios u otros oscuros
intereses?
¿Qué tiene que decir el Partido Conservador sobre los grandes
desafíos, y las oportunidades de las que dispone nuestra civilización para
enfrentarlos e incluso aprovecharlos, en cuestiones como el cambio climático y
el desarrollo sostenible, la cuarta Revolución Industrial, las nuevas formas de
emprendimiento, los cambios demográficos, y sobre el papel protagónico cada vez
mayor que ejercen distintos sectores ciudadanos y que es imprescindible
encauzar en defensa de acuerdos sobre lo fundamental, en los que todos estemos
incluidos como ciudadanos y no a partir de reivindicaciones particularistas que
disfrazan de inclusión lo que en el fondo no es sino una refinada forma de
exclusión?
Apreciados amigos:
A raíz de los acontecimientos recientes en nuestro país, el Presidente
de la República, Iván Duque Márquez, ha convocado una “conversación nacional”,
para fortalecer la agenda vigente de la política social, para trabajar en una
visión de mediano y largo plazo que cierre las brechas sociales, para derrotar
la desigualdad y la informalidad, para luchar contra la corrupción, para
superar las divisiones y trabajar conjuntamente por Colombia.
No podemos marginarnos de esa conversación. No podemos ser voces
residuales. No podemos ser simplemente un eco, ni ser convidados de piedra.
Vamos a participar activamente, vamos a ser protagonistas, vamos a
llevar a esa conversación la visión del conservatismo sobre el presente y el
futuro del país. Creemos que es en esa conversación, y en el marco de la
institucionalidad, mediante la deliberación y el debate responsable, que debemos
construir colectivamente la hoja de ruta para salir del momento crítico y
complejo que vive Colombia.
El Partido Conservador ha advertido, a propósito de las
manifestaciones de la semana pasada, que “No todas las apetencias ciudadanas
son susceptibles de atención inmediata por las autoridades que los representan,
y por lo mismo, la comprensión debe ser simultánea a sus pedimentos al
Gobierno”. También hemos insistido en que el derecho a la reunión y la
manifestación pacífica debe ejercerse con responsabilidad, con respeto por los
derechos de los demás y por los bienes públicos que sirven al bienestar de
todos, sin violencia ni vandalismo. Hemos advertido tajantemente que “La
violencia no puede generar ni garantizar derechos”.
Con ese espíritu vamos a participar en la “conversación nacional”
convocada por el Presidente de la República.
Los invito a hacerlo desde sus municipios, desde sus departamentos,
desde sus regiones. Esa conversación nacional tiene que ser también municipal,
departamental y regional. Tenemos la oportunidad y el deber de impulsarla, y de
imprimirle el sello propio del conservatismo colombiano.
Señores y señoras:
El trabajo que tendrán que desarrollar al frente de sus municipios y
departamentos es enorme. Los invito a no estar por debajo de las
circunstancias, a no defraudar a los ciudadanos, a honrar a la Nación y
responder de buena fe a la confianza que el Partido Conservador ha depositado
en ustedes.
Su gestión exitosa, eficiente y eficaz, responsable y transparente, unida
a la práctica digna de la política, es fundamental para fortalecer la fe de los
colombianos en el país, en sus autoridades, en sus compatriotas. Y también, en
el Partido Conservador que ustedes representan.
Ese partido tiene vocación de poder. Porque sin poder, no se puede
hacer política. Porque como conservadores, estamos convencidos de que la acción
política es el instrumento para hacer realidad el bien común. Porque entendemos
la vocación de poder como vocación de servicio. Y porque hoy, como siempre,
pero más que nunca, estamos listos para servir al país y a todos los
colombianos.
Muchas gracias.
